Pronunciamiento por las jóvenes triquis desaparecidas
Rate
This
El 5 de julio del año 2007
desaparecieron Virginia Ortiz Ramírez de 20 años de edad, quien es profesora de
educación primaria bilingüe y su hermana Daniela Ortiz Ramírez de 14 años quien
es estudiante de secundaria. Ellas son originarias de la comunidad de el
Rastrojo Cópala, Juxtlahuaca, en la región Mixteca del Estado de Oaxaca y
pertenecen al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT).
Desde
entonces, su desaparición ha sido solapada por la indiferencia de las
autoridades correspondientes en el asunto en medio de un conflicto entre
diversas organizaciones.
Antonia Ramírez y Emelia
Ortiz, madre y prima de Virginia y de Daniela se han movilizado en diferentes
instancias nacionales e internacionales, pero pareciera que sus voces no fueran
suficientemente fuertes como para lograr acciones contundentes de parte de los
servidores públicos con persistente sordera.
Ellas han declarado que
en los problemas de hombres no se debe atacar a las mujeres; que son ellos
quienes deben solucionar sus conflictos. Pero la terrible realidad es que las
mujeres somos percibidas, culturalmente, como un objeto muy valioso del
contrario y es sobre nosotras donde recae la violencia estratégica y
cotidianamente. Somos las mujeres el famoso “botín de guerra”.
La situación de Virginia
y Daniela es un claro ejemplo de la impunidad e indiferencia de parte de las
autoridades locales, estatales y federales ante la violencia que se ejerce
contra las mujeres, pero también deja al descubierto, una vez más, la
utilización de las mujeres como terreno de confrontación en los conflictos
políticos, donde la indiferencia pasa de lo institucional a lo social.
Nosotras no aceptamos la
indiferencia social, no aceptamos que a más de medio año de la ausencia de
nuestras compañeras, no exista un indicio de su localización. Por esto exigimos
la aparición de las compañeras, que hace más de medio años no pueden estrechar
a su madre entre sus brazos, ni pisar su hogar a cada despertar. Exigimos
también el respeto por los derechos de las mujeres a tener una vida libre de
ataques, violencias y menosprecios, que le pongan en condición de representar
un botín de guerra. Y mandamos un abrazo sororario a Antonia Ramírez y Emelia
Ortiz, quienes son testimonio de fuerza y valor para todas las mujeres que no
aceptamos las cosas en su estado normalizado y normatizado de silencio e
indiferencia.
Mujeres y la Sexta
DF-Edomex
Abajo y a la Izquierda con todo el Corazón
Abajo y a la Izquierda con todo el Corazón
Años 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario