FOTOS DE VI ANIVERSARIO DE LA DESAPARICIÓN DE DANIELA Y VIRGINIA ORTIZ

viernes, 8 de marzo de 2013

Oaxaca: cumplen 60 dí­as desaparecidas dos hermanas triquis


Oaxaca: cumplen 60 dí­as desaparecidas dos hermanas triquis

CIMAC

Ninguna respuesta de gobierno
Por Soledad Jarquí­n Edgar/corresponsal
Oaxaca, 6 sep 07 (CIMAC).- La polí­tica de impunidad que ha caracterizado al gobierno del estado de Oaxaca se vuelve a reflejar en la falta de respuesta para la familia de Virginia y Daniela Ramí­rez Ortiz, quienes hoy cumplen 60 dí­as desaparecidas en la región de la zona triqui.
En conferencia de prensa, Yéssica Sánchez Maya, presidenta de la filial Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), dijo que acompañarán el caso de las hermanas Ramí­rez Ortiz, desaparecidas desde el 5 de julio pasado, y el caso de impunidad que persiste en la violación de una niña de 13 años, hechos ocurridos en 2006.
Junto con Antonia Ortiz, madre Virginia y Daniela, así­ como sus tí­as Emelia y Adriana, Sánchez Maya denunció en conferencia de prensa la polí­tica "misógina y feminicida" del gobierno oaxaqueño, al dejar en impunidad los crí­menes cometidos contra las mujeres y al actuar con indiferencia y sarcasmo ante quienes denuncian estos hechos.
Lo anterior, luego de que el pasado 29 de agosto el grupo de mujeres triquis se entrevistara por segunda ocasión con el procurador Evencio Nicolás Martí­nez Ramí­rez y "entre aplausos y en tono de burla" le dijo a la madre de las dos jóvenes desaparecidas que "si quieres puedes ir a toda la región triqui a buscar a tu familia, hasta voy a aplaudir si vas a hacer eso".
Sánchez Maya apuntó que es evidente que el Procurador de Justicia de Oaxaca no entiende la desesperación de la señora Antonia ante la desaparición de sus dos hijas y porque sabe que las dificultades polí­ticas de la zona triqui impiden a estas mujeres ir de una comunidad a otra.
Además, el funcionario estatal justifica la falta de efectividad en las investigaciones en los problemas polí­ticos y ha señalado en las entrevistas con las mujeres triquis "que no va a arriesgar a su gente, lo que quiere decir que las mujeres seguirán viviendo en medio de la injusticia y la impunidad".
Antonia, Emelia y Adriana Ortiz rechazaron cualquier posibilidad de que la zona sea militarizada con el pretexto de que se acopien las armas a cambio de programas sociales como habrí­a propuesto la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), pese a la oposición de los otros grupos polí­ticos.
Las mujeres explicaron que en la década de los ochenta, una partida de soldados ocupó el territorio triqui, siendo las mujeres las que se llevaron la peor parte, al sufrir violaciones por parte de los militares y otro tipo de vejaciones, además de saqueos y robos en sus casas, detenciones ilegales e incendios, "fue la época más aterrorizante".
Al justificar la omisión o la lentitud de los procesos judiciales, las respuestas del Procurador reflejan la polí­tica de impunidad que vive Oaxaca y desprecio a la condición étnica y sexual, "dejándoles ver que no tienen otra opción que conformarse", cuando es su obligación impartir justicia de manera expedita.
07/SJ/GG

EN LA ZONA TRIQUI

EN LA ZONA TRIQUI


Lunes, 12 de Noviembre de 2007 | 11:49
Por: Soledad Jarquín Edgar
Antonia se para frente a la puerta de su casa, su mirada se pierde en el horizonte de cerros y pueblos que se alcanzan a ver. Cruza los brazos sobre su pecho, es como si se abrazara a ella misma, recarga el cuerpo sobre el muro de lodo y carrizo con los que ha construido su casa.
En silencio reza y sigue vigilando el horizonte, a ratos imagina que por cualquiera de los caminos que llevan a su casa vendrán Daniela y Virginia, sus dos hijas de 14 y 20 años de edad que esta semana cumplieron cuatro meses desaparecidas.
Los ojos de Antonia Ramírez Cruz están muy chiquitos, a ratos llora como reza, en silencio. En la piel morena de su rostro se ha empezado a marcar una sombra oscura que le rodea sus mejillas. Es la tristeza la que la ha enfermado, dicen sus sobrinas.
En Rastrojo, la pequeña población de no más de 500 habitantes en la zona indígena Triqui de Oaxaca, la fiesta de muertos acaba de concluir y los altares siguen en pie, con sus nueve palos rodeando la mesa, adornados con cempasúchil, palmilla, garra de león, y hojas verdes.
En la mesa, en cuyo centro cuelgan orquídeas blancas, todo se ha colocado por nueve tantos o múltiplos de nueve "para no ofender a los difuntos". Son nueve tantos de totopos (tortillas del tamaño de una tlayuda, pero más gruesas), pan que trajeron de Putla, fruta de la región, platos con caldo de res (carne de res y chile) y pozole, así como sombreritos de cempasúchil, caballitos de che´a, una especie de zacate que sólo se produce en esta época y las velas.
Antonia le da la espalda al altar, continúa parada en la puerta de su casa, permanece así por largo rato, se mete, hace algo de sus tareas cotidianas y vuelve a la puerta. Es una vigilia permanente.
Aquí –cuenta-- no hay sacerdote, ni ellos quieren venir, los han atemorizado, por eso no pudimos hacer un novenario, pero mi hermana Fermina sí hizo uno en Puerto Vallarta, (Jalisco), ella vive allá, está mejor lejos, aquí no hay mucho qué hacer y sí mucho qué sufrir. Su relato será la explicación de una tragedia familiar, donde las mujeres han pagado con sus cuerpos la rabia de un conflicto político que no entienden.
Abrazada a ella misma, Antonia habla, apenas murmura. Está desesperada, adolorida del cuerpo y del corazón, dice sujetando su mano izquierda contra su pecho, donde toma con fuerza su vestido rojo de algodón, su vestido rojo de mujer triqui, de lengua triqui con la que a ratos reza, piensa, grita mientras dormita por las noches en que quisiera seguir de pie en la puerta de su casa alumbrada por la luna de octubre.
SE HACE CAMINO AL ANDAR
Para llegar a Rastrojo hay que viajar en las suburban Cuauhtémoc desde Oaxaca hasta Putla de Guerrero, son cinco horas de viaje que entran a ratos en una ruta de interminables curvas y voladeros. Después, en Putla hay que caminar 10 minutos para tomar una camioneta de redilas del pueblo de Rastrojo y en poco menos de dos horas de un ascendente camino de terracería se llega al caserío, construido en su mayoría de adobe y carrizo con techos de lámina.
Los que han emigrado han hecho con material sus casas. Desde hace tiempo las mujeres también se están yendo a Estados Unidos, como Cándida de Jesús Flores quien volvió hace meses de Nueva York donde estuvo por más de dos años.
Ahí, cuenta ella misma, las cosas no fueron fáciles, "porque una está obligada a hablar inglés, es a la fuerza y es difícil". Su primer trabajo fue en el campo y terminó haciendo diversas labores en un restaurante de la metrópoli. El fruto de su esfuerzo está invertido en su casa de material y su negocio, una pequeña tienda de productos básicos.
Sus paisanas dicen que Cándida regresó más clara de la piel, "será que no le tocaba mucho el sol".
Otra que emigró fue Brígida, pero ella no volvió a Rastrojo, "sus hijos ya hablan inglés y sólo ella y su marido hablan triqui cuando llaman por teléfono a su familia", cuenta orgullosa Adriana Ortiz García, quien recuerda a la que fuera su compañera de escuela.
Pero hay muchas otras mujeres que emigraron forzadas por las difíciles circunstancias de ésta que es señalada por las autoridades estatales como una "conflictiva región".
Atrás, en el camino de terracería quedaron Constancia de Rosario, Pueblo Nuevo, Llano Nopal, Río Metate y Cuyuchi. Más adelante, están San Juan Copala, Sabana, Yosoyuxi, Carrizal, Ojo de Agua y Paraje Pérez.
CAMINOS SOBRE LA MAR
En total, las comunidades triquis que "caminaban bien" entre 2000 y 2004 realizaron todos unidos encuentros culturales, cuyo recuerdo llena de nostalgia a los más jóvenes.
Sin embargo, desde hace poco más de un año, la gente de Rastrojo por ser del MULT, ya no puede llegar a San Juan Copala, de esa misma comunidad -centro ceremonial del pueblo Triqui y nombrado municipio autónomo en enero pasado- no puede salir el sacerdote para oficiar misa en Rastrojo y en las otras comunidades que no están con la UBISORT o el MULTI.
Además, la gente de Rastrojo y las comunidades cercanas no pueden ir a la plaza de los lunes, porque no los dejan entrar. Pero lo que más tristeza produce en la gente –apunta Emelia Ortiz García-, es que "no pueden bajar a venerar a Tata Chú" (Jesús).
Esta situación ocasiona problemas económicos, la gente ya no puede hacer trueques, como en Copala y tienen que pagar transporte para Putla, donde compran sus cosas, cuando antes se iban caminando entre los cerros.
Todo ello derivado de la división de la comunidad Triqui. Por un lado está el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), por otro la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT) desde hace poco más de un año el MULTI (MULT-Independiente). "Si perteneces al MULT no puedes ir a Copala, a menos que te quieras morir si eres hombre o desaparecer si eres mujer".
BOSQUES SE PINTAN DE ESPINOS
Rastrojo es una de las comunidades "mejor dotadas" de servicios básicos en la zona trique. Tiene agua potable, electricidad y escuelas primaria, secundaria y bachillerato. Una iglesia dedicada al Nazareno donde no se oficia misa por falta de sacerdote, hay una clínica de salud con una enfermera para atender las emergencias.
La gente cultiva frijol, maíz y calabaza. El chile lo compran, no se da en la zona. Carne casi no consumen, como tampoco toman mucho café pese a que lo cultivan, y la fruta que crece en sus terrenos de clima templado son el plátano, guayaba, naranja, mamey y zapote.
Todo esto es para autoconsumo, "entonces no se necesita mucho dinero para vivir aquí", por eso era bueno el trueque. La gente de Rastrojo y algunas comunidades vecinas cambiaban café y plátano por tomate, quelites, rábanos, chile, chilacayotas, cilantro o mazorcas.
Desde hace poco más de un año las cosas no han sido fáciles. La comunidad está prácticamente secuestrada. La gente tiene miedo de salir a sus parcelas, tienen temor de que lleguen y los maten, como pasó hace 15 días cuando habitantes de Guadalupe Tilapa iniciaron una balacera contra Cuyuchi, hiriendo en la cabeza a Sofía Bautista Martínez de 11 años de edad, quien al momento de la emboscada esperaba a su tía sentada afuera de su casa. La niña lucha por su vida en el hospital general de Oaxaca.
GOLPE A GOLPE
El 16 de junio de 2006, la gente Guadalupe Tilapa emboscó a un grupo de habitantes de Rastrojo cuando se dirigían a esa comunidad a llevar un recado de la autoridad municipal. Ahí perdió la vida Guadalupe Ortiz García. Por la muerte de Guadalupe Ortiz se responsabilizó a Bernardino Cortines Rodríguez y Héctor Javier Herrera Martínez, ninguno fue detenido.
El 7 de julio de 2006, cuando caminaba con su abuela y su papá a la orilla de Yosoyuxi, una niña, entonces de 14 años, fue arrebatada y secuestrada por Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista, Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos Flores, todos integrantes del MULTI, quienes la violaron. Cuando logró escapar de su cautiverio, como pudo llegó tres días después a su casa. Por lo ocurrido interpusieron una denuncia y las autoridades iniciaron la averiguación previa 157/2006, hasta ahora nadie ha sido detenido.
De Paraje Pérez, el 10 de agosto de 2006, fue secuestrado Nicolás Velásquez Martínez. Hasta ahora nadie sabe nada de este señor.
Una de las comunidades que más ha sido atacada por los integrantes de UBISORT y MULTI es Cieneguilla, en donde en repetidas ocasiones las balaceras duran hasta cuatro horas y aunque la gente se resguarde en sus viviendas, "a veces las balas cruzan las paredes". Lo mismo sucede en Cuyuchi o si estos señores quieren, detienen las camionetas que van a Rastrojo y a otras comunidades que no pertenecen a sus organizaciones.
ESTELAS EN LA MAR
El frío de los últimos días se siente también en esta apartada región del occidente de Oaxaca. Desconsolada, Antonia parece sentir más el helado viento. No entiende cómo el problema político ha castigado tanto a su familia. Su madre y su hermana fueron atacadas sexualmente hace un año, sólo porque decían que su cuñado era de Rastrojo.
Ellas vivían en San Juan Copala y violarlas fue un castigo por tener familiares dentro del MULT. Este tipo de hechos se repitió con otras mujeres de Copala, a quienes amenazaron, violaron y les quitaron sus pertenencias. Algunas de estas mujeres prefirieron salir de la comunidad y emprendieron el forzado éxodo a Baja California y otras entidades.
Desde el 5 de julio de 2007, las hijas de Antonia están desaparecidas. Le han dicho que podrían estar en San Juan Copala, en Yosoyuxi y que hace unas semanas las vieron en una camioneta, con los ojos vendados y las manos atadas en Sabana, también poblaciones con dominio político del MULTI y UBISORT.
Por eso Antonia llora y reza en silencio. Siente la impotencia de no poder entrar al lugar para buscar a sus hijas, siente rabia porque ninguna autoridad la puede ayudar.
Virginia es maestra bilingüe y aquel 5 de julio, hace más de 120 días, salió de Rastrojo junto con su hermana Daniela rumbo a San Marcos Xinicuesta, donde recogería algunas pertenencias, pues había conseguido su clave en el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) para trabajar en Llano La Luz, una comunidad más cerca de Rastrojo, su casa.
Antonia no olvida que casi en la puerta de la vivienda se subieron a un taxi de color amarillo que había ido a dejar pasaje desde Putla. Ella cree que sus hijas sí llegaron a Putla y que habrían "desaparecido" en el tramo entre esa cabecera municipal y Juxtlahuaca.
Por la desaparición de Daniela y Virginia Ortiz Ramírez se levantó una denuncia y se inició la averiguación 187/2007. Todavía a principios de agosto, las mujeres de la familia Ortiz se entrevistaron con el Procurador Evencio Nicolás Martínez Ramírez, quien prometió aplicar "el peso de la justicia".
Al despedirse de la noche, Antonia parece murmurar la misma pregunta desde hace más de 120 días ¿dónde están mis hijas? Un largo suspiro escapa de sus entrañas. Su dolor se extiende a todo un pueblo de habitantes que caminan apresurando sus pasos antes que la noche les robe los últimos rayos de Sol. Las puertas se cierran, se atrancan una a una, el choque de la madera se escucha de casa en casa. Hay que tratar de dormir, soñar si fuera posible y creer que la realidad de las mujeres triquis es una pesadilla de la que van a despertar.
Por la mañana, Antonia volverá a vigilar el horizonte desde la puerta con la esperanza de que Daniela y Virginia vuelvan a casa.

Mujeres triquis, víctimas de los conflictos políticos

LA REDACCIÓN
8 DE OCTUBRE DE 2007 · 
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NA
Oaxaca, Oax , 8 de octubre (apro-cimac)- En la zona triqui, ubicada al oeste de la ciudad de Oaxaca, los conflictos políticos han contribuido a la permanente marginación y pobreza, así como a la generación de violencia permanente, donde las mujeres han sufrido “la peor parte”: violaciones sexuales, desapariciones y desalojos son constantes, mientras los responsables se pasean impunemente por la región
Para las víctimas y sus familiares, la pasividad de las autoridades es inexplicable, como en el caso de la desaparición de las hermanas Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, de 20 y 14 años de edad, respectivamente, quienes desaparecieron hace 90 días
“Ninguna autoridad nos da razón” de ellas, pese a que el procurador Evencio Nicolás Martínez Ramírez, prometió en agosto pasado que haría “lo posible” para encontrarlas, aunque advirtió que sería difícil por los conflictos políticos que hay en la región, se queja Emelia Ortiz, prima de las dos muchachas desaparecidas
Emelia señala que la desaparición de sus primas “podría estar relacionada” con los problemas políticos que enfrentan los grupos que se disputan el poder en la región, ya que ellas pertenecen al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), del cual, por diferencias políticas, surgieron el MULT Independiente (MULTI) y la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) en 1977
El 5 de julio las dos hermanas viajaron a la población San Marcos Xinicuesta a recoger las pertenencias de Virginia, profesora bilingüe, quien había conseguido su clave para trabajar en la localidad Lano la Luz, más cerca de El Ratrojo, su familia Sin embargo, nunca llegaron a su destino
Desde entonces ninguna autoridad ha dado razón del paradero de ambas mujeres, cuyos familiares interpusieron una denuncia por la desaparición ante la Subprocuraduría de Justicia del estado, con sede en Juxtlahuacaca, que inició la averiguación 187/2007 desde julio pasado
De acuerdo con Emelia Ortiz, las dos jóvenes, habrían desaparecido en el tramo carretero entre Putla y Juxtlahuaca, y lo único que saben es que tomaron un taxi para salir de El Rastrojo Días después llamaron al celular de Virginia, pero se dieron cuenta de que estaba en poder de otras personas Primero contestó un hombre; después, una mujer que negó conocerlas
El 29 de agosto pasado, Emelia y la madre de las dos jóvenes desaparecidas se entrevistaron por última vez con el procurador de Justicia, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, quien no dio ninguna esperanza a la familia de Virginia y Daniela
La desaparición de las hermanas Ramírez Ortiz no es el único caso en el que las autoridades han demostrado su ineficacia para hacer justicia Dos días después de se perdió el rastro de Virginia y Daniela, una niña de 14 años fue víctima de una violación tumultuaria Hasta la fecha sus agresores no han sido detenidos, pese a que existe una denuncia, pruebas del médico forenses que revelan la agresión y que la niña identificó a sus victimarios: Timoteo Alejandro Ramírez, Francisco Martínez Bautista, Guadalupe Alejandro Ramírez y Marcos Flores, todos ellos integrantes del MULTI
De acuerdo con la familia de Virginia y Daniela, estas mismas personas podrían ser los responsables de la desaparición de la maestra bilingüe y su hermana
En el mismo mes de julio 10 mujeres fueron desalojadas violentamente de sus viviendas en la población de San Juan Copala, por integrantes del MULTI y de la Ubisort Desde entonces, todas ellas viven refugiadas en El Rastrojo
Nada se ha dicho de todo esto desde entonces y como en el caso de la niña violada y ahora la desaparición de las hermanas Ramírez Ortiz, ninguna autoridad hace nada “Tenemos tres meses esperando una respuesta, que nos digan algo, pero ni siquiera nos han llamado”, concluyó Emelia Ortiz, prima de las desaparecidas
Sin embargo, la violencia contra las mujeres no se ha detenido El pasado 1 de octubre, en la ciudad de Tlaxiaco, una menor de edad fue víctima de agresión sexual La niña fue localizada inconsciente en el paraje El Chorro
El coordinador del Centro de Derechos Humanos Nu´u Ji Kandii, Rolando González Espinosa, asegura que este hecho se suma a una serie de actos de violencia contra mujeres, que ubica a esta ciudad entre una de las más violentas de la entidad “Lo más indignante que la mayoría de los casos quedan impunes”, lamenta

Por rencillas políticas siguen secuestradas 2 triquis en Oaxaca


San Juan Copala es escenario de lucha entre comunidades

Por rencillas políticas siguen secuestradas 2 triquis en Oaxaca

octavio velez ascencio (corresponsal)

Oaxaca, Oax., 9 de agosto. Dos indígenas triquis de la comunidad San Juan Copala, municipio de Santiago Juxtlahuaca, afiliadas al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), fueron secuestradas desde julio pasado por miembros del disidente Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI).
“Es una venganza política, pero nosotros no tenemos nada que ver; que busquen a los hombres con quien tienen problemas”, denunció Emelia Ortiz García, prima de las mujeres desaparecidas desde julio.
Las indígenas Virginia Ortiz Ramírez, maestra de educación primaria bilingüe, y su hermana menor, Daniela, se trasladaban el 5 de julio, a bordo de un taxi, de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, pero no llegaron a su destino y desde entonces sus familiares desconoce su paradero.
Ortiz García responsabilizó de los hechos a Timoteo Alejandro Ramírez y a miembros del ayuntamiento Popular de San Juan Copala, encabezado por Juan Ramírez Flores.
Aseguró que el 7 de julio, este último secuestró y violó a la menor de edad Lucila Martínez Hernández, y hasta ahora no sido detenido y castigado a pesar de haberse levantado la averiguación previa 157/2006. “Son una banda de delincuentes”, asentó.
Mencionó que el MULTI bloqueó desde hace varios días el camino que conduce a San Juan Copala dejando incomunicadas a 18 comunidades. Demandó al procurador de Oaxaca, Evencio Martínez Ramírez, investigar la desaparición de sus primas para lograr su presentación con vida, pues pese a existir la denuncia penal 187/2007 no han sido localizadas.
Mientras tanto, Yésica Sánchez Maya, presidenta de la filial Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos, en representación del Colectivo Huaxyacac, condenó la violencia de género.
Hizo un llamado a los grupos políticos a anteponer el diálogo en la resolución de conflictos, ya que es evidente que las vías establecidas están medrando la vigencia y goce de los derechos humanos de las mujeres.
Además, exigió a las autoridades que cumplan con su deber de investigar los hechos, encontrar a las víctimas y castigar, conforme a la ley, a los responsables.


Exigen aclarar el secuestro de dos indígenas triquis

      Exigen aclarar el secuestro de dos indígenas triquis

Octavio Vélez Ascencio (Corresponsal)
Oaxaca, Oax., 5 de septiembre. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) justifica su falta de avances en las investigaciones del secuestro de las indígenas triquis Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, originarias de San Juan Copala, municipio de Santiago Juxtlahuaca, afiliadas al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), con el argumento de que “es difícil entrar a la zona por la presencia de grupos políticos”, dieron a conocer familiares de las jóvenes.
Virginia y Daniela fueron raptadas el 5 de julio de 2007, supuestamente por miembros del Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI, disidente del MULT), cuando se dirigían en taxi de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, y desde entonces se desconoce su paradero, señaló Emelia Ortiz García, prima de las desaparecidas.
En conferencia de prensa, acompañada de la presidenta en Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), Yésica Sánchez Maya, Ortiz García indicó que la familia solicitó información a diferentes instancias, que han dado excusas para negar información, y en su lugar recibe malos tratos.
Destacó que en una reunión, el procurador de justicia estatal, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, “en el colmo de la burla, la falta de sensibilidad y en un tono por demás agresivo”, les dijo: “si quieres, puedes ir a toda la región a buscar a tu familia, hasta voy a aplaudir si vas a hacer eso”.
Emelia Ortiz responsabilizó del secuestro a Timoteo Alejandro Ramírez y a miembros del ayuntamiento popular de San Juan Copala, encabezado por Juan Ramírez Flores, militantes del MULTI.
Sostuvo que el gobierno estatal “piensa que debido a la violencia que vive la región triqui, la forma de resolver los conflictos es militarizar la zona”.
De su lado, Yésica Sánchez Maya manifestó que al no existir algún avance, “la violencia feminicida se consolida por la complicidad, omisión, discriminación y misoginia” de las autoridades.
Consideró que la política misógina y feminicida del gobierno estatal que encabeza Ulises Ruiz Ortiz, “está dejando en la impunidad los crímenes cometidos contra las mujeres”.

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“Es una venganza política, pero nosotros no tenemos nada que ver; que busquen a los hombres con quien tienen problemas”, denunció Emelia Ortiz García, prima de las mujeres desaparecidas desde julio.
Las indígenas Virginia Ortiz Ramírez, maestra de educación primaria bilingüe, y su hermana menor, Daniela, se trasladaban el 5 de julio, a bordo de un taxi, de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, pero no llegaron a su destino y desde entonces sus familiares desconoce su paradero.
Ortiz García responsabilizó de los hechos a Timoteo Alejandro Ramírez y a miembros del ayuntamiento Popular de San Juan Copala, encabezado por Juan Ramírez Flores.
Aseguró que el 7 de julio, este último secuestró y violó a la menor de edad Lucila Martínez Hernández, y hasta ahora no sido detenido y castigado a pesar de haberse levantado la averiguación previa 157/2006. “Son una banda de delincuentes”, asentó.
Mencionó que el MULTI bloqueó desde hace varios días el camino que conduce a San Juan Copala dejando incomunicadas a 18 comunidades. Demandó al procurador de Oaxaca, Evencio Martínez Ramírez, investigar la desaparición de sus primas para lograr su presentación con vida, pues pese a existir la denuncia penal 187/2007 no han sido localizadas.
Mientras tanto, Yésica Sánchez Maya, presidenta de la filial Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos, en representación del Colectivo Huaxyacac, condenó la violencia de género.
Hizo un llamado a los grupos políticos a anteponer el diálogo en la resolución de conflictos, ya que es evidente que las vías establecidas están medrando la vigencia y goce de los derechos humanos de las mujeres.
Además, exigió a las autoridades que cumplan con su deber de investigar los hechos, encontrar a las víctimas y castigar, conforme a la ley, a los responsables.


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Oaxaca, Oax., 5 de septiembre. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) justifica su falta de avances en las investigaciones del secuestro de las indígenas triquis Virginia y Daniela Ortiz Ramírez, originarias de San Juan Copala, municipio de Santiago Juxtlahuaca, afiliadas al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), con el argumento de que “es difícil entrar a la zona por la presencia de grupos políticos”, dieron a conocer familiares de las jóvenes.
Virginia y Daniela fueron raptadas el 5 de julio de 2007, supuestamente por miembros del Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI, disidente del MULT), cuando se dirigían en taxi de El Rastrojo a Putla Villa de Guerrero, y desde entonces se desconoce su paradero, señaló Emelia Ortiz García, prima de las desaparecidas.
En conferencia de prensa, acompañada de la presidenta en Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), Yésica Sánchez Maya, Ortiz García indicó que la familia solicitó información a diferentes instancias, que han dado excusas para negar información, y en su lugar recibe malos tratos.
Destacó que en una reunión, el procurador de justicia estatal, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, “en el colmo de la burla, la falta de sensibilidad y en un tono por demás agresivo”, les dijo: “si quieres, puedes ir a toda la región a buscar a tu familia, hasta voy a aplaudir si vas a hacer eso”.
Emelia Ortiz responsabilizó del secuestro a Timoteo Alejandro Ramírez y a miembros del ayuntamiento popular de San Juan Copala, encabezado por Juan Ramírez Flores, militantes del MULTI.
Sostuvo que el gobierno estatal “piensa que debido a la violencia que vive la región triqui, la forma de resolver los conflictos es militarizar la zona”.
De su lado, Yésica Sánchez Maya manifestó que al no existir algún avance, “la violencia feminicida se consolida por la complicidad, omisión, discriminación y misoginia” de las autoridades.
Consideró que la política misógina y feminicida del gobierno estatal que encabeza Ulises Ruiz Ortiz, “está dejando en la impunidad los crímenes cometidos contra las mujeres”.