Derechos indígenas y reforma política
MARTES, 12 ABRIL 2011
En
una carta dirigida a Pancho Villa, Zapata escribió:“La ignorancia y el
oscurantismo de los tiempos no han producido
más que rebaños de esclavos para la tiranía”
A RESERVA.- Este 10 de abril, hace 92 años,
las fuerzas militares carrancistas asesinaron cobardemente a Emiliano Zapata
Salazar, a los 40 años de edad; campesino originario de Morelos, jefe del
Ejército Libertador del Sur, quien proclamó el Plan de Ayala, con la premisa
“Libertad, Justicia y Ley“, en el que desconocía al gobierno de Madero por sus
acuerdos con el ejército porfiriano y exigía la devolución de las tierras a los
pueblos y la dotación de los ejidos a las poblaciones que no los tuvieran.
Este plan se convirtió en la bandera del agrarismo mexicano e
icono de la autonomía de los pueblos indígenas, que aún persiguen con inusitada
esperanza el reconocimiento de sus espacios, sus culturas y el derecho justo y
libertario de vivir dignamente en sus costumbres y tradiciones, el respeto de
los gobiernos que atentan con acciones y omisiones contra sus derechos
colectivos y sus territorialidades.
A mediodía de esta fecha conmemorativa se inauguró la Casa Museo
Cultural de la Nación Triqui “Heriberto Pazos Ortiz”, pronunciándose “por
continuar la lucha contra la corrupción, la represión y la arbitrariedad; por
cambiar el sistema de opresión, hambre y miseria que nos humilla, pero ya
basta, con nuestra cultura, con nuestra historia expresamos lo que somos, un pueblo
que resiste y se rebela ante tanta injusticia”.
Fue Juan Domingo Pérez Castillo quien en el evento inaugural
expuso el rezago social y económico que padecen en sus comunidades, por falta
de atención de los gobiernos, tanto el de antes como el de ahora, “que si bien
es cierto el actual gobierno se ha acercado a escucharlos no se ha resuelto su
escasez de obra pública, servicios y sobre todo en el rubro de educación y
salud””, y abundó que se ha mantenido a sus pueblos en un atraso criminal, pues
son los niños y niñas quienes se ven siempre más afectados, sin expectativas
reales de resolver su situación.
Por último, informó sobre la marcha de más de 40 mil indígenas
triquis que desde Telixtlahuaca venían en camino hacia la capital en protesta,
pidiendo también el esclarecimiento del asesinato de su dirigente Heriberto
Pazos Ortiz.
Emelia Ortiz García, mujer triqui, con absoluta claridad, informó
indignada que las causas que han venido dividiendo a su pueblo han sido
ocasionadas por los gobiernos pasados --con ocupaciones militares y
paramilitares, cooptaciones perversas, abusos e intervenciones en su sistema
social, económico y político, secuestros y violaciones de mujeres, destrucción
de viviendas y asesinatos--.
Recordó que el 7 de julio de 2007, hace casi cuatro años, sus
primas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez fueron secuestradas y a la fecha no se
sabe nada de ellas, la Procuraduría de Justicia del Estado mantiene el asunto
archivado.
Igualmente impune resultan, por falta de investigación, los
asesinatos cometidos hace tres años de Felícitas Sánchez y Teresa Bautista,
locutoras triquis de la radio “La voz que rompe el silencio”, del municipio
autónomo de San Juan Copala.
La impunidad continúa, dijo Emelia, el nuevo gobierno de Gabino
Cué no se atreve a castigar a los responsables de los crímenes cometidos
durante la tiranía de Ulises Ruiz Ortiz.
Para ilustrar con claridad el tema de los derechos indígenas, cito
al catedrático José Luis Cuevas Gayoso, de la Universidad Veracruzana, que nos
lleva a revisar la legislación mexicana al respecto, su vigencia y su eficacia.
El primer antecedente que se tiene de la inclusión formal de
preceptos que atañen a lo indígena, a nivel constitucional, es la adición al
Artículo 4º en 1992.
Se refiere al reconocimiento de la naturaleza pluricultural de la
nación, “sustentada originalmente en sus pueblos indígenas”, adoptando dos
importantes disposiciones: la protección y el desarrollo de las lenguas
indígenas, de sus culturas, usos, costumbres, recursos y formas de organización
social y también al “efectivo acceso a la jurisdicción del Estado”, incluyendo
la garantía de que en los juicios agrarios se tomaran en cuenta “sus prácticas
y costumbres jurídicas”.
La reforma constitucional en el año 2000, la más reciente,
modifica el Artículo 2º y tiene como antecedente el movimiento social iniciado
en el estado de Chiapas, la “marcha zapatista” consistente en el recorrido que
hiciera el EZLN a la capital del país, donde fueron recibidos por un grupo de
legisladores, quienes escucharon sus propuestas relativas a la reforma en
materia indígena.
El referido artículo 2º contempla dos referentes respecto de los
derechos indígenas. El primero es sobre lo que pueden hacer, desde el
reconocimiento formal de su autodeterminación y autonomía, como las acciones de
convivencia social y política interna; conservar y preservar sus expresiones
culturales, siempre dentro la jurisdicción del Estado y el principio de
indivisibilidad.
El segundo, referente a lo que debe garantizarles el Estado,
mediante acciones de gobierno de la Federación, Estados y Municipios a partir
de la igualdad de oportunidades de los indígenas y la eliminación de cualquier
práctica discriminatoria, estableciendo las políticas necesarias para
garantizar la vigencia de los derechos de los indígenas y el desarrollo
integral de sus pueblos y comunidades, las cuales deberán ser diseñadas y
operadas conjuntamente con ellos en los rubros de desarrollo regional,
escolarización y educación, servicios de salud, participación de las mujeres,
medios comunitarios de comunicación, crecimiento productivo, fortalecimiento
económico sustentable, políticas migratorias y derechos humanos, así como
promover la difusión de sus culturas.
Existe una norma constitucional federal y local, así como la Ley
de Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Oaxaca,
ordenamiento reglamentario de las acciones y políticas del Estado.
Entonces, es claro que hace falta voluntad, disposición y
cumplimiento irrestricto de la ley por las instancias de gobierno.
Es cierto, el Gobernador de la paz y el progreso dirige sus
esfuerzos a promover su imagen desvergonzadamente, que pasa por encima de los
derechos y demandas indígenas, como sucedió el mismo domingo, cuando interceptó
la marcha triqui, pretendiendo usurpar el liderazgo y las causas de los
indígenas con el argumento chapucero de refrendar la vocación de su gobierno en
favor de los campesinos, para atender las demandas sociales de esta
organización y para hacer un homenaje al dirigente del MULT.
Por supuesto, aprovechó con descaro insulso, la ocasión para una
vez más hacerse promoción sobre la autoría de la ya famosa e histórica reforma
del Estado, reforma por demás cuestionada por organismos civiles como Educa,
A.C., que entre otras cosas señaló --en un comunicado-- que resulta
contradictorio que mientras en el Plan Estatal de Desarrollo los pueblos
indígenas son un eje central, éste no tiene ninguna relevancia en la reforma
aprobada.
Sobre la reforma también se ha pronunciado el Foro de los Pueblos Indígenas
de Oaxaca, condenando al Congreso local y al gobierno de Gabino Cué por imponer
normas que violentan sus derechos.
Reafirman que la reforma de referencia --que pretendía ser
democrática-- se haya realizado a través de métodos antidemocráticos, ya que no
ha existido ningún tipo de consulta a los pueblos, tal como se establece en
diversos instrumentos internacionales.
Además, todo ello ha ocurrido a espaldas de la sociedad oaxaqueña,
“ya que no se han abierto los espacios para que podamos dar nuestra voz y
nuestro pensamiento, cuestión que ahora se pretende allanar con un despliegue
mediático ofensivo e indignante en una entidad donde reina la pobreza y la
marginación”.
Argumentan que utilizarán los medios legales a su alcance para
impugnar las modificaciones constitucionales, en defensa de sus derechos, así
como controversias constitucionales ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
Recurrirán a las instancias internacionales como la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y
la Organización Internacional del Trabajo (Comunicado del 7 de abril de 2011).
El gobernador Gabino Cué esta vez tampoco se ajusta a los patrones
de un estado democrático de derecho. Debe saber que los pueblos indígenas son
la base de la permanencia cultural de las comunidades, las cuales no son un
accidente histórico, sino la base misma de las actuales culturas de México y de
Oaxaca, territorio en el que usted llama al Ejército para realizar tareas que
le corresponden a las autoridades civiles, reprimiendo precisamente a esas
comunidades, lo ha hecho antes y también ahora.
Daniela y Virginia,
un caso olvidado de desaparición forzada en Oaxaca.
|
El 5 de julio del 2007, en la región Mixteca,
desaparecieron a Virginia y Daniela de apellidos Ortiz Ramírez, como una
forma de acallar las voces que luchan por una vida digna de las comunidades
indígenas de los pobres en el mundo y en el país. Los insensibles
capitalistas y sus malos gobiernos, solo piensan y actúan en razón de
intereses personales y mezquinos, sin importar las condiciones de vida
miserables en que se desenvuelve la vida de millones de compatriotas.
Los bandidos enquistados en el poder político y
económico buscan la comodidad y privilegios: a costa del sufrimiento y el
hambre del pueblo; del asesinato, cárcel y desaparición forzada como método
represivo; de la injusticia surgida del poder del dinero amordazando
conciencias; de la violencia institucional sinónimo de muerte y destrucción.
Los monstruos del capital, lanzan salivazos de demagogia al aparentar cambios
inexistentes; simulaciones con alianzas de partidos para encumbrar a nuevos
personajes que vivirán del presupuesto amamantando a pseudo-izquerdistas que
piensan que con sus diputaciones a llegado el cambio, engrosando las filas de
la corrupción, de las componendas cínicas, olvidando el movimiento
democrático del cual se aprovecharon y que los engorda. Son los priistas de
ayer, quienes gozan del poder hoy, que traicionaron la mano que dio de comer,
solo cambiaron de piel como las víboras, pero, el pueblo sigue igual y vamos
hasta peor.
La situación de Virginia y Daniela, es un ejemplo
de lo que sucede a lo largo y ancho del país; los responsables son los mismos
de siempre: los de arriba, que nos miran con desprecio por ser indígenas y
pobres; los ladrones de cuello blanco que no se conforman con explotar la
mano de obra con salarios miserables; los que están en el poder político
impuestos como gobernantes por las trasnacionales para hacer y deshacer de la
vida de la gente humilde como si fueran dioses; los que les molesta que nos
ganemos la vida vendiendo nuestras artesanías para sobrevivir en la metrópoli
de la segregación y del racismo.
A esos políticos que nos desprecian, se les unen
grupúsculos de gente que nos señala, que nos responsabiliza y dicen que somos
culpables de todo lo que ocurre en nuestra nación triqui, y lo peor, es que
sus pablaras que repiten mentiras, son tomadas como una realidad, que les
conviene a sus negocios con el gobierno.
De la procuración de justicia solo hemos recibido
mentiras, a pesar de señalar culpables la instancias no actúa porque: “no hay
condiciones políticas” “no ha dado línea el señor gobernador”: ¿Dónde está la
defensa de la vida? ¿De qué cambio hablaron cuando pidieron el voto?.
A cuatro años de la desaparición de Virginia y
Daniela, exigimos su presentación con vida castigo a los responsables que son
señalados en las averiguaciones previas, ¡Basta! De engrosar las hojas de los
expedientes con mas corrupción e impunidad.
¡¡¡VIVAN POR SIEMPRE LAS MUJERES
VALIENTES DE LA NACION TRIQUIS!!!
¡¡¡APOYO TOTAL A LOS INCANSABLES
COMBATIENTES CONTRA LA ARBITRARIEDAD Y EL ABUSO DEL PODER AUTORITARIO Y
CORRUPTO!!!.
¡¡¡VIRGINIA Y DANIELA, PRESENTACION
INMEDIATA Y CON VIDA!!!
ATENTAMENTE
FAMILIARES DE VIRGINIA Y DANIELA DE
APELLIDOS ORTIZ RAMIREZ.
|
No puede haber democracia con violencia contra la
mujeres: ONG’S
Publicado por @Shinji_Harper el
Martes, 5 julio 2011
Oaxaca, México.- ¿Puede llamarse un estado
democrático aquel que permite y enmascara las formas extremas de violencia de
género contra las mujeres? La respuesta es NO. La violencia feminicida de que
han sido víctimas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, de 14 y 20 años
respectivamente, desaparecidas en la región Triqui el 5 de julio de 2007, no
puede llamarse más que crimen de Estado, porque la violencia “normalizada” en
contra de las mujeres en la región está siendo solapada por las
autoridades, específicamente por la Procuraduría General de Justicia del Estado
de Oaxaca.
El día 13 de julio de 2007, la madre de las
hermanas Ortiz Ramírez acudió a denunciar ante el Ministerio Público de Putla
Villa de Guerrero, la desaparición de sus hijas, originándose la Averiguación
Previa No. 187/2007 por el delito de Privación Ilegal de la Libertad en su
modalidad de las familiares y las
organizaciones que acompañamos su búsqueda, hemos tocado muchas puertas, la
mayoría de ellas han permanecido cerradas, entre ellas están:
Foto: www.50mm.mx
Con fecha 24 de enero de 2008, los familiares
presentaron una queja a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por
la desaparición de Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, pero ésta declino la
responsabilidad a la Comisión Defensora de los Derechos Humanos de Oaxaca; este
organismo inició de oficio, en el expediente CDDH/292/(18)/OAX/2008, una
propuesta de conciliación consistente principalmente en “la ejecución de las
ordenes de aprehensión”, misma que fue aceptada por la
Secretaria de Seguridad Publica y el Gobierno del Estado, pero a la fecha
dichas órdenes de aprehensión no han sido ejecutadas. No obstante, el 11 de
mayo de 2009 la CNDH concluye que no existe materia para seguir conociendo del
caso “toda vez que el organismo local ha efectuado la investigación
respectiva y resuelto conforme a sus atribuciones respecto de los hechos motivo
de su queja”.
La familia ha acudido innumerables veces a
entrevistas con diferentes legisladores, gracias a lo cual el 12 de febrero del
2008, la Cámara de Diputados exhortó al Gobierno del Estado de Oaxaca para que
atendiera la problemática de violencia contra las mujeres en la zona triqui,
además de que realizara todas las medidas para coadyuvar con la pronta
impartición de justicia en el caso de la desaparición: búsqueda,
localización y rescate de dichas personas. Así mismo, se solicitó al Gobierno
del Estado de Oaxaca, remitiera un informe en un plazo de 20 días sobre las
acciones para atender los resolutivos del presente Acuerdo, cosa que tampoco se
cumplió y que tampoco este nuevo gobierno ha hecho.
Los familiares se entrevistaron en cuatro
ocasiones con el entonces Procurador, Evencio Nicolás Martínez Ramírez,
para conocer de las investigaciones y avances en la solución del caso; su
respuesta ha sido la misma: “es peligroso entrar a la zona y no voy a arriesgar
a mi gente”, “se van a ejecutar las órdenes de aprehensión pero es complicado”,
“me comprometo a emprender la búsqueda de las personas pero es difícil entrar a
la región”. Hasta hoy el Procurador no ha dado respuestas satisfactorias a los
familiares que lo único que le solicitan es que les informe de los avances de
las investigaciones.
Hoy hacemos un enérgico llamado al Gobierno de
Gabino Cué, al Procurador General de Justicia, para que asuman como asunto
prioritario la búsqueda de Virginia y Daniela, que nos demuestren con hechos
que si les interesa la vida de las mujeres, que si les interesa dar con el
Paradero de Virginia y Daniela.
La pasividad
con que han actuado las autoridades encargadas de impartir justicia en el
estado de Oaxaca demuestra negligencia y simulación, solapando el
feminicidio, por lo que hay elementos suficientes para presumir fundadamente la
desaparición forzada de Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, pues de acuerdo con
la Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas firmada
por México: “…se considera desaparición forzada la privación de la libertad
a una o más personas cualquiera que fuere su forma, cometidas por agentes del
Estado o por personas o grupo de personas que actúen con la autorización, el
apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la
negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el
paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos
legales y de las garantías procesales pertinentes”.
La impunidad
con la que se han conducido los ejecutores de la desaparición de Daniela y
Virginia sólo se entiende por la omisión y el silencio de las autoridades para
cumplir con la labor que les exige su cargo de servidores públicos. Ante esta
inactividad de las autoridades hoy nos preguntamos: ¿por qué no se ha
emprendido la búsqueda de Daniela y Virginia, acaso porque sólo son mujeres,
son indígenas y son pobres?¿Por qué las Comisiones de derechos humanos local y
nacional se deslindan de la responsabilidad de la defensa de los derechos de
estas mujeres?
Definitivamente
estamos ante un Estado antidemocrático y misógino. El camino recorrido durante
estos cuatro años ha sido intenso en la exigencia de la presentación con
vida de Virginia y Daniela. En febrero de 2008 se realizó la campaña “Si no
están ellas no estamos todas” y en julio del mismo año se llevó a cabo un foro
con el mismo nombre, acompañado de la exposición fotográfica “Nuestros pasos
para encontrar a nuestra hijas, compañeras y hermanas”. En las visitas de
organismos internacionales a Oaxaca se ha denunciado la desaparición, y se ha
mantenido informada a la sociedad gracias a la atención que los medios de
comunicación han dado al caso. Al cumplirse cuatro años de la desaparición de
Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, agradecemos a todas las personas que han
acompañado este largo camino y les solicitamos se mantengan alertas a las
respuestas de las autoridades.
Este gobierno
no puede hacer que no ve, o que no escucha la voz de la familia, de la madre y
de las organizaciones, es urgente asumir con hechos el discurso de
convicción y respeto por los derechos humanos de las mujeres, le exigimos
a Gabino Cué que el elocuente discurso frente a la Alta Comisionada de Derechos
Humanos el día de ayer, lo lleve a la acción y que a la brevedad presente con
vida a Virginia y Daniela Ortiz Ramírez.
¡Si no están
ellas…no estamos todas!
¡Ni una desaparecida más
Oaxaca | Martes 05 de
julio de 2011
Olga Rosario Avendaño/corresponsal
| El Universal17:16
Ante el clima de violencia que impera en la región triqui, unas 60 mujeres con sus respectivos hijos huyeron de sus comunidades, afirmó Emelia Ortiz García, luego de denunciar que no hay avance en las investigaciones de la desaparición en el 2007 de las hermanas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez.
Las hermanas Ortiz Ramírez desaparecieron el 5 de julio del 2007 cuando
se desplazaban por un camino de terracería de aquella región, la cual se
caracteriza por la violencia entre sus habitantes, quienes se disputan el
poder.
Este 5 de julio, familiares y amigas de las hermanas Daniela y Virginia
se manifestaron frente a la catedral de la ciudad de Oaxaca, donde recordaron
que en febrero del 2008 inició la campaña "Si no están ellas, No estamos
todas"; sin embargo, hasta el momento no hay respuesta por parte de las
autoridades.
Emelia, una de las pocas mujeres triquis que habla español, dijo ante
los medios de comunicación que la respuesta del nuevo gobierno "es la
misma que los anteriores, nos dicen que no pueden entrar a la zona porque no
hay seguridad, porque la zona es muy violenta, entonces para qué están, para
qué cobran su salario".
Por este caso, el agente del Ministerio Público de la zona inició la
averiguación previa 187/2007, por el delito de privación ilegal de la libertad,
mientras la Comisión Defensora de los Derechos Humanos de Oaxaca, inició de
oficio el expediente CDDF/292/(18)/OAX/2008, con el objetivo de que se
ejecutaran las ordenes de aprehensión por este caso.
De acuerdo a información de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la
Equidad Oaxaca, uno de los organismos que acompaña a las familiares de Daniela
y Virginia, a pesar de que la Secretaría de Seguridad Pública aceptó el oficio
de la Comisión de Derechos Humanos "a la fecha no se han ejecutado las
órdenes de aprehensión".
Emelia Ortiz García mencionó que el clima de violencia en la zona y el
miedo a que les suceda lo mismo que a las hermanas desaparecidas, ocasiona que
las mujeres sean desplazadas de sus comunidades y contabilizadas sólo tienen
60, pero "hay otras que se van a la ciudad de México, al norte de México y
otras en ciudades de nuestro mismo estado".
Las 60 mujeres desplazadas de las que ella habla, se encuentran en la
ciudad de Oaxaca, afirmó.
niz/eca
No hay comentarios:
Publicar un comentario